DIENTE DE LEÓN
PIXA-LLITS
Taraxacum officinale weber

Estos días se ve por todas partes el Diente de león en flor. Aquí os he puesto unas fotos de los que hay en el Jardì botànic.
Hablando un poco del Diente de León "Taraxacum officinale weber"
Plana vivaz y erecta, de apenas 50 cm de alto, de aspecto muy variable, con flor de la familia de las asteráceas. Considerada por lo general una mala hierba, sus hojas se consumen en ensalada, y se le han atribuido numerosas propiedades medicinales, ha sido utilizada desde la antiguedad por alquimistas y astrólogos. Consta que en el siglo XVI se utilizaba para sanar el hígado y así ha venido siendo a lo largo de los siglos, por sus propiedades curativas.
Sus hojas verdes recuerdan a las hojas de endivia dentelladas. Sus flores amarillas son redondas y filamentosas muy bonitas. Se usan las hojas verdes, los tallos y las raíces. Las hojas son diuréticas.
Las raíces: nivelan el azúcar, la digestión, desintoxica el colón y el hígado. Se cosechan las hojas en primavera y la raíz a principios de otoño.
Componentes: Potasio, inulina, levulina, vitamina A,C, K, B2, calcio. Las hojas contienen al alcohol cíclico llamado inosita, también asparagina, azúcar reducido (levulosa), y un principio amargo, saponina, tirosinasa, etc..Las cenizas son ricas en potasio (cerca del 40%).La raíz tiene una composición química compleja y variable, según la estación del año. Contiene látex muy blanco, que es rico en caucho.
Es una planta depurativa, su principal capacidad es limpiar el organismo de agentes tóxicos. Puede actuar en el hígado, riñón y la vesícula biliar, y con su efecto diurético evita la aparición de piedras en el riñón. También es un tónico digestivo contra el estreñimiento y la resaca de alcohol.
La raíz puede ser desecada al sol, después de hacerles una incisión por el centro, y luego se tuestan y muelen para tomarlas como achicoria, que además para el estómago es excelente.
Su jugo, tiene un efecto fortaleciente sobre todo el organismo, abre el apetito. Los principios amargos del diente de león fortalecen el estómago, mejoran la digestión y ejercen un efecto beneficioso sobre el hígado, los riñones y la vesícula biliar.

Debido a que el diente de león actúa estimulando la función renal, favoreciendo la eliminación de líquidos del organismo, es muy utilizado para tratar casos de exceso de acido úrico y gota, además es recomendado su consumo para evitar la formación de cálculos renales y también para favorecer su eliminación.Por su composición, rica en inulina, el diente de león resulta ser un laxante suave, muy utilizado en situaciones de trastornos digestivos como el estreñimiento.
La planta del diente de león posee propiedades depurativas, ya que favorece la eliminación de toxinas del organismo, resultando ser un depurador del hígado y la vesícula.
Dado el alto contenido de hierro de su composición, el diente de león es muy utilizado para tratar casos de agotamiento, fatiga crónica y anemia.Por otra parte, presenta propiedades aperitivas, por lo que se recomienda para tratar casos de inapetencia, o para estimular el apetito previo a una comida, sirviéndolo como ensalada.
En uso externo se muestra muy eficaz para depurar también las impurezas de la piel, debido a su riqueza en beta-caroteno (en mayor proporción que en la zanahoria), que el organismo transforma en vitamina A, vitamina aliada de la piel, es eficaz para limpiar las impurezas de la piel, acné, urticaria.
En algunos periodos de escasez, la raíz seca se ha utilizado como sustituto de la achicoria, que a su vez era sustituto del café. Sus hojas comestibles se han utilizado para ensaladas.
Plantas con las que combina: Cardo mariano, Alcachofera, Boldo, Genciana, Angélica, Cola de Caballo, Bardana, Abedul, Tilo, Hinojo, Menta, Caléndula Romero y Melisa.
Precauciones: Es una planta amarga cuyo consumo continuado puede causar molestias en las mucosas gástricas. El látex que exuda puede irritar la piel por contacto.
Leyendas y tradiciones:El término genérico de su denominación científica procede del vocablo griego Taraxis, curador de molestias. Los médicos árabes es del siglo XI ya mencionaban sus virturdes medicinales como diurético: desde la Edad Media, los boticarios centroeuropeos elaboraban zumos de diente de león basados en las raíces y las hojas como remedio contra intoxicaciones y desórdenes renales.

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